12 may 2009

RULETA


Ángelo va corriendo por los pasillos del hospital. Va tarde. Muy tarde. Lo volverán a regañar. Mientras corre se va poniendo la bata. Llega, y ya tiene pacientes esperando. Va sudando mucho y el olor a alcohol se sentía desde lejos. Tiene los ojos hinchados, no ha dormido casi nada. Sabe que no puede seguir así. Pero la vida es corta, piensa.

Su primer paciente ya esta listo. Ángelo lee y ve que hay que tomar una muestra de sangre. El examen pedía varios estudios de esta. Ángelo nota que el muchacho esta muy nervioso. No es un chiste sacarse sangre, dice el muchacho. Ángelo empieza una conversación muy entretenida para el oyente y consigue calmarlo. Conversaron de fútbol y tenis. También de los graciosas que eran las chicas que encontrabas en un reconocido club al que, por casualidad, ambos asistían. Se dieron la mano y el chico se fue.

Súbitamente entra una secretaria. El medico en jefe quiere verle de inmediato. El doctor Ramírez seguirá con los otros pacientes. Ángelo, se puso muy nervioso. Espero que la secretaria lo dejara y comenzó a rociarse con perfume. Se dirigió donde el medico en jefe, quien lo volvió a reprender. Esta vez le recalco que era la ultima vez que le permitía una de sus habituales irresponsabilidades. La próxima, quedaría fuera de la institución.

Ángelo volvió con un genio de mierda. Pero en el fondo el le encontraba razón. Se saco su bata y la arrogo. En su paso golpeo el tubo de ensayo, haciéndolo caer. La sangre se derramo en un pequeño charco. El cual rápidamente limpio.

Ahora, no sabe como arreglar este enredo. Lo van a expulsar, pensó. Sin meditarlo dos veces. Tomo una jeringa y lleno un tubo con su propia sangre, poniéndole el nombre de aquel muchacho. Luego llamo a la secretaria para que lo enviara al laboratorio.

Un par de semanas pasaron. Era un sábado. Y como es habitual, con sus amigos fueron al club. Estaban sentados en una meza mirando a las mujeres que pasaban. Ángelo se para y se dirige al baño. En su camino, ve a un chico tirado en el suelo, destruido por al alcohol. Este chico abrió los ojos y le dice: Doctor! Como esta usted? Yo muy bien!- Responde Ángelo. Que haces aquí de esta forma? – Vuelve a preguntar Ángelo.

La vida es extraña. A veces te advierte cosas. Pero uno no esta con los ojos abiertos para captarlas. Entonces te pone en dilemas. Dilemas donde debes decidir el paso siguiente. Otros no creen en las casualidades, pero si que existen, y a veces son muy duras.

Doctor, soy VIH+!

DILANSTIPE

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