Los niños están expectantes, este jueves se llevaran huevitos de chocolates a sus casas para ser devorados el domingo de resurrección. Sus padres no tienen muchos recursos, muchos de ellos ni siquiera habían celebrado esta fecha. Claro esta que la conocían, pero muchos se habían desilusionado año tras año cuando no encontraba ningún huevito bajo sus almohadas. Para muchos ese personaje blanco y peludo que repartía huevitos con su canastita decorada no era mas una leyenda para familias de buen pasar. Algunos padres se las ingeniaban diciendo que el conejito no tenia mas huevitos, pero había dejado una invitación al parque para el niño y el resto de su familia. Otros decían que había dejado un rico almuerzo familiar en vez de huevitos de chocolates. Pero este año su profesora había conseguido una donación de barras de chocolate para los niños. La profesora compro un molde para huevitos y la cocinera tenia uno en forma de conejitos. El padre de uno de los niños trabaja en una fabrica de papel, el fue quien consiguió unos pliegues de envoltura. Todo estaba listo. El miércoles la profesora los llevo a la cocina de la escuela, donde ella y la cocinera derritieron las barras de chocolates y formaron huevitos y conejitos mientras los niños cortaban los envoltorios y luego los envolvían. Mañana era la repartición, los niños quisieron regalarle algunos al conserje quien había estado ausentado unos días por culpa de algunos malestares. La profesora llevo a dos de sus alumnos hasta el cuarto donde el querido conserje guardaba sus herramientas donde se produjo oficialmente la entrega. Los niños preguntaron como se encontraba de salud. A la espera de los resultados de mis exámenes! Respondió el conserje. Luego continuando con la repartición fueron a la oficina del director, donde la profesora dio las gracias en nombre de los niños por permitir usar la cocina. Es un placer haberlos ayudado! Respondió el director. Luego dejaron otros a la cocinera donde agradecieron la ayuda prestada. Me gusta verlos contentos mis chiquititos! La cocinera respondió. Ya en la sala de clases dos niños se acercaron a regalar otros huevitos a la profesora. Que sorpresa me han dado mis amores! Respondió la profesora. El resto de la producción se guardo en el refrigerador de la cocina para ser repartido este jueves.
El jueves llego. El momento que todos esperaban llego. La profesora llego con la lamentable noticia que los huevitos habían sido robados del refrigerador. Algunos niños lloraron. Para algunos fue tanta la ilusión que la clase no fue lo mismo. Una niña grito: ojala que se muera el que lo hizo! La profesora aterrada le dijo que esos sentimientos no debía tenerlos una niña tan buena y los envió a casa. Los veo el lunes mis niños!
A veces uno cree que Dios en injusto. Nos deja morir de hambre y nos priva de un futuro. Pero a veces el escucha las plegarias.
El día lunes el director recibe una llamada. La profesora esta en el hospital en coma. Esta confirmado sufre de diabetes.
DILANSTIPE
ESCUCHEN: Morrissey "Girlfriend on a comma"
