Dolores y Socorro trabajaban juntas en una fabrica de cajas en un suburbio de Tijuana, México. Dolores llevaba años haciendo su trabajo cuando Socorro llego. En ese entonces Socorro convivía con Gabriel, un tipo que trabajaba un puesto en la feria. Socorro era muy tímida, lo cual hizo que el resto de sus camaradas no la trataran muy bien. Dolores le hablo y al poco tiempo terminaron almorzando juntas. 8 o 9 meses pasaron cuando Dolores fue ascendida. Era la encargada de la sección. Era la jefa, pero el sueldo aun era paupérrimo. Socorro en sus ratos libres lavaba y planchaba en casas de gente de buen pasar. La vida con Gabriel no era fácil. El era adicto al alcohol. Muchas veces Dolores encontró a Socorro llorando en el baño. No tardo mucho en que empezaran a contarse sus secretos. Gabriel había comenzado a robarse el dinero que con mucho trabajo Socorro juntaba para tener una casa propia. Un día llego al punto que la golpeaba. Gabriel se había enterado que Socorro era alentada por Dolores a depositar dinero en una cuenta. Libreta que protegía Dolores en su hogar. Un día a la salida del banco la tomo del brazo y comenzó a patearla. Socorro ya se sentía poca cosa. Con los golpes se acostumbro a las humillaciones, ya no tenia carácter. Dolores siempre la aconsejaba y muchas noches la acogió junto a su familia. Gabriel llegaba a pedir disculpas y Socorro cedía. Una vez no se presento a trabajar por dos días. Dolores fue a su hogar, no la encontró. Fue al puesto de verduras de Gabriel y dijo que había desaparecido. Busco por todos lados, sin éxito. Hasta que finalmente se armo de valor y fue a preguntar a la morgue. Por suerte no se encontraba allí. Finalmente la encontró en el hospital local. Tenia fuertes moretones y había llegado con hemorragia interna. Paso algunos días en observación. Pero por mas que Dolores intento, no denuncio a Gabriel. Logro volver a retomar su trabajo en la fabrica. Pasaron los meses y Dolores se entero que socorro esperaba un hijo de Gabriel.
Un día Socorro tardo mas de lo normal en una de aquellas casas donde planchaba. Gabriel estaba bien borracho. Estaba en casa con unos amigos en iguales condiciones. Cuando entro Gabriel empezó a recriminarle su tardanza. La comenzó a golpear e insto a que sus amigos trataran de abusar de ella. Ella peleo y logro huir. Ya sabia que no podía soportar mas. Esperaba un hijo. No podía someterse a mas torturas por el bien de su hijo.
Aquella noche llego a casa de Dolores donde fue acogida. Empezaron a ver opciones y decidió denunciarlo. Una orden de alejamiento. Gabriel seguía molestándole. Intento varias veces fallidas de golpearla en la calle. Entonces decidió tomar una medida mas drástica. Dos días después con 5 meses de embarazo decidió huir hacia Estados Unidos. Dolores no supo de ella por tres semanas, hasta que recibió una carta. Socorro, vivía en una casa a las afueras de Mc Allen, Texas. Consiguió trabajo con una familia de una hacienda cuidando los niños y que la trataban muy bien. Los meses pasaban y Dolores recibía una carta al mes por parte de Socorro. El bebe había nacido y se llamaba Alfonso. Los años pasaron y una de sus cartas contaba que sus patrones la habían llevado a Codi, Wyoming. Había conocido a un hombre que la trataba como reina, un campesino del sector. Tiempo después recibió otra carta que decía que por un tiempo no iba a escribir. Inmigraciones esta detrás de ella. Eso fue lo ultimo que supo. Pasaron muchos años, la vecindad donde Dolores vivía fue derrumbada. No quedando lugar donde Socorro pudiera escribir. Dolores investigo y descubrió donde Socorro estaba. Viajo a Estados Unidos pero ya no vivía ahí. Los días que se quedo la busco por todos lados. Pasaron mas años entremedio. Una carta había llegado a la dirección donde ahora es un estacionamiento. Finalmente se había casado con aquel campesino y había obtenido residencia. Sabia de su paradero. Viajo a Wyoming, y se junto con su esposo. Dolores ya anciana, caminaba a paso lento. Mientras Alfonso, ya mayor la acompañaba del brazo a caminar por el prado. Cuando Dolores la vio, una lagrima salió de su ojo izquierdo. Por fin te encuentro querida amiga! Replico. Mientras mirando al suelo leía “que descanses en paz querida esposa y madre”.
DILANSTIPE
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